Humedades:
La observación atenta y la precaución pueden evitar serios problemas
Son muchos los hogares que conviven con la humedad, un incómodo enemigo que provoca sensación de frío, propicia la aparición de mohos, ácaros, manchas en las tapicerías y puede llegar a causar problemas respiratorios a los habitantes de la casa.
Si no se tratan debidamente, las humedades van a más y pueden convertirse en un problema muy serio que ocasione daños en la construcción y, por tanto, deterioro en la seguridad de la vivienda. Su eliminación es cosa de un especialista; su prevención y localización corresponde a quienes habitan la vivienda.
Buscando causas:
- La humedad puede ser provocada por la pérdida de agua de una tubería o por un mal drenaje de ventanas y puertas.
- La porosidad de los suelos de sótanos u otras construcciones de bajo nivel es responsable de humedades que suben desde el suelo hacia el interior de una vivienda.
- La condensación también causa humedades interiores, así como las grietas en la mampostería.
- Cuidado con los golpes ocasionales que reciben puertas y ventanas. Pueden producir una caída del revoque de alrededor de los marcos. Por estos espacios se puede filtrar humedad. Rellene los huecos pasta selladora resistente al agua.
- Revise una vez al año el correcto funcionamiento de los canales, las bajantes de evacuación y el estado de impermeabilización de los muros. No descuide tampoco el grado de limpieza de la red de drenaje y evacuación y las posibles fisuras y grietas de los suelos. No se olvide de la limpieza y el correcto funcionamiento de los elementos de desagüe de la cubierta.
- Compruebe cada tres años si se han abierto fisuras, deformaciones, etc., en la fachada y el estado de conservación del tejado (tejas, cambios de inclinación, etc).
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