Normalmente la gente piensa que mantener un jardín da mucho
trabajo, sin embargo, el cuidado del jardín puede proporcionar muchos momentos
de evasión, disfrute, satisfacción y relajación al aire libre y en contacto con
la naturaleza.
Si disponemos de poco tiempo, es posible contratar
profesionales para los trabajos más pesados, movimientos de tierra,
excavaciones, arado del huerto, podas, etc. Otra de las labores que atrapa
mucho tiempo es el riego, para lo que actualmente existen otras opciones de
riego automático, aunque siempre podremos disfrutar de regar nuestro jardín con
manguera algún día que nos apetezca.
El resto de tareas de jardinería pueden llevar más o menos
tiempo en función del tipo de jardín y del tiempo y ganas que queramos dedicar
y aunque también es posible contratarlas como parte de un mantenimiento
integral del jardín, se trata de actividades entretenidas, que nos ponen en
contacto con la vida y la naturaleza y que nos permiten desarrollar nuestra
creatividad y disfrutar más de nuestra casa y de nuestro jardín.
El abonado del Jardín
Los abonos, tanto de procedencia orgánica, como de
procedencia química, tienen como objetivo cubrir las necesidades de
determinados elementos en nuestro jardín.
Todo abono consta de 3 elementos fundamentales; nitrógeno
(N), Fósforo (P) y potasio (K) a los que se les llama macronutrientes.
Abonar un jardín debe hacerse en función de la demanda, a
mayor número de plantas con flores, mayor concentración de arbustos y mayor
será esta demanda. Podemos tomar como norma general que la mayor época para
abonar el jardín es aquella que comprende los meses de primavera y verano ya
que es el momento en el que las plantas se encuentran más activas.
El compost
El compost es una forma de humus obtenido de forma
artificial mediante un proceso que se conoce como compostaje, o “composting”.
Se parte de materia orgánica de origen diverso que deberá
ser descompuesta por microorganismos, algunos insectos, lombrices, etc., en un
proceso aeróbico. En está descomposición controlada de materia orgánica debe
evitarse la presencia de un exceso de agua pues daría lugar a procesos
anaeróbicos y por tanto a la aparición de malos olores.
Malas hierbas
Es fundamental quitar esas hierbas que crecen donde no
deben. Es saludable para el jardín y, además, mejora la imagen y el aspecto del
mismo.
Riego
Es fundamental regar el jardín, sin embargo, hay que hacerlo
con precaución: debemos evitar el exceso de humedad, ya que puede provocar que
las plantas se pudran. Además, es necesario saber que la mejor forma de regar
es mediante aspersión porque resulta menos dañina para las plantas y el agua
penetra poco a poco en el suelo.
Siembra de bulbos
Resulta básico conocer y respetar los períodos concretos
para plantar los diferentes tipos de plantas y arbustos. Existen diferentes
épocas de floración y de cultivo.
La poda
Al igual que con la siembra, debemos saber que cada planta o
árbol tiene un momento concreto para ser podado. Los arbustos que florecen
desde finales de invierno hasta principios de primavera, deben ser podados
después de la floración, mientras que las plantas que florecen a finales de
primavera o en verano, deben ser podadas durante el invierno.
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